viernes, 30 de septiembre de 2011

El estrecho bigote de DON RAMÓN

El primer recuerdo que tengo es verme con un babi de color blanco en una aula del antiguo Colegio Público Nuestra Señora de los Remedios, ahora edificio que alberga el Instituto de Enseñanaza Secundaria José Alcántara. Ambos de Belmez, of course. 
Mi clase era la primera a la derecha del pasillo de la derecha. Una pizarra de pared a pared al fondo de la clase, una maestra joven, morena de pelo largo y muchos niños. Tenía sólo tres años y mi padre me llevaba algunos días a pesar de que no tenía edad aún para estar escolarizado. No había guarderías y mi padre me metía en la clase de primero de parvulos, los de 4 años. Doña Angela, ¿dónde estará ahora? 
Si ahora escribo esto es gracias a la enseñanza pública que hemos tenido en este país desde entonces.  Y sí tú lo estás leyendo es porque estuviste en las mismas clases que yo.
Resulta, ahora que como la cosa está jodida, y después de recortar aquí y allá porque lo dicen unos señores que están todo el día mirando gráficas cambiantes cada segundo y pantallas con mensajes de muchos colores con cifras y palabras abreviadas, le toca a la educación, a la enseñanza. 
Hace 30 años sólo teníamos un balón por clase, una estufa para calentar miles de metros cúbicos de aire, los libros pasaban de hermano hermano, un profesor por clase y seis asignaturas, no había idiomas hasta sexto de EGB y compartíamos los rotuladores carioca. La cosa, por suerte, ha mejorado en todo eso. 
Es cierto que con el tiempo hemos perdido, especialmente en los últimos años, en la enseñanza de algunos valores como el respeto a los profesores o el colegio en general.
En Andalucía el cambio ha sido más grande aún, y si por entonces estábamos aún muy por detrás de algunas regiones, ahora podemos decir alto y claro que esa desigualdad ha desaparecido, y ello gracias al esfuerzo de toda una sociedad, la andaluza, que ansiaba mirar de tú a tú a madrileños, catalanes, vascos o valencianos.
Si encima naciste y has vivido en un pueblo, más aún. No se entiende la vida de un pueblo sin su colegio público. Es más, no es posible la vida en un pueblo sin su colegio público. 
Que no toquen la enseñanza pública salvo para mejorar los ratios profesor-alumnos, que no toquen la enseñanza pública salvo para mejorar la enseñanza de esos valores, para mejorar los edificios o para construir nuevos, que mejoren la preparación de los profesores. ¿El dinero? Que no den dinero a la enseñanza concertada, que dejen que comprar y construir armamento, que no le den más dinero a la iglesia católica o cualquier otra religión, que reduzcan los cargos públicos o que le suban los impuestos a los que más tienen. El que quiera un colegio privado o concertado que lo pague.

Qué poco me han gustado siempre los "MERCADOS" , en los pueblos siempre fuimos de "MERCADILLO".
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jueves, 22 de septiembre de 2011

31 años. REM se separa

La banda liderada por Michael Stipe anuncia su separación,. Una pena, se van unos de los más grandes. Los 90 musicales  no se entienden sin ellos.
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martes, 20 de septiembre de 2011

A pecar, que son dos días.


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Pero el Señor dijo:
"ve hacia el diablo".
El Señor dijo:
"ve hacia el diablo".
Dijo que fuera hacia el diablo.
En ése día.

Así que corría hacia el diablo.
Me estaba esperando.
Corrí hacia el diablo, me estaba esperando.
Corrí hacia el diablo, me estaba esperando.
En ése día.

Oh, sí.
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