Se criaron juntos en uno de esos rincones sin "mucha importancia" urbanística de nuestro pueblo. Al banco de granito le taparon la vista con esas piedras pizarrosas escondiéndolo en el olvido y el moral se secó casi instantáneamente.
Testigos de fugaces de amantes adolescentes, de las primeras travesuras infantiles y juveniles. Miembros de reuniones improvisadas junto bicicletas o la primera moto o alimento de nuestros gusanos de seda.
Uno escondido y el otro destrozado en trozos de madera muerta. Hemos perdido uno de nuestros rincones.
¿Quién no ha palpado alguna ves ese granito a la sombra del moral de la carretera de la Estación?
Quien no sabe de donde viene no sabe hacia donde va.
3 comentarios:
Esto es un atentado, un crimen...
el banco de granito lo robaron por eso se hizo hese por la historia que tiene
si las piedras hablaran
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