jueves, 13 de marzo de 2008

RESACA ELECTORAL

Primero: 73 % de participación. ¿Porcentaje alto, bajo, normal, suficiente? Para mi, bajo. No me olvido del 27 % que se han quedado en su casa sin ir a votar. Es cierto que llegar a los números de 2004 es muy difícil. Aquello si que fue un tsunami por los atentados del 11-M. La pregunta que me hago es si necesitamos que ocurra algo muy gordo para que la población se de cuenta de la tremenda importancia que tienen unas elecciones. No me creo eso de que a la gente no le interesa la política, sino, miren los datos de audiencia que han tenido los debates Rajoy – Zapatero. Lo que ocurre es que la gente está desencantada con parte de la clase política, pero el “NO ME INTERESA” es un soniquete que no consigo asimilar. Otra discusión es que no estés definido ideológicamente con alguna opción, lo que no implica necesariamente desinterés. Por todo eso no puedo entender como en un país democrático determinados dirigentes de un partido democrático lancen gratuitamente opiniones como: “no pienso llamar a nadie a la participación porque no nos interesa” (Pedro Rodríguez, alcalde de Huelva por el Partido Popular el día 20 de febrero). Las campañas de todos los partidos deberían estar basadas en una llamada multitudinaria a la participación.
Segundo: Bipartidismo. Llamazares lo llamó “tsunami bipartidista”. No le falta razón si lo analizamos desde un punto de vista de datos y votos. Pero su visión catastrofista de hacia donde va el país si sólo dos grandes partidos son alternativa puede o no ser compartida.
Por un lado es cierto que se borran de un plumazo las demás fuerzas políticas, y, eso puede restar calidad democrática, pero por otro lado, el electorado tiene mucho más fácil su decisión al tener que analizar sólo dos modelos, que a su vez terminarían por acercarse mucho más el uno al otro. Es el modelo americano, francés o inglés, y si piensan, son países con una tradición democrática mucho mayor que la nuestra, modelos mucho más “de estado”, maduros y centristas. A mi no me gusta que desaparezcan fuerzas democráticas con tanta historia en España y Andalucía, pero tienen que ponerse las pilas. Sus debacles electorales no se deben a maremotos externos sino más bien a pequeñas minas internas que han ido acabando con la ilusión de sus militantes y simpatizantes, quedándose únicamente con el apoyo de sus románticos más tradicionales; que por otro lado tampoco aprueban su gestión interna. Románticos, que, aunque suene extraño, tenemos que cuidar entre todos como especies en peligro de extinción; bueno, excepto a aquellos que siguen añorando y representando el régimen franquista, esos no tienen lugar.
Tercero: Renovaciones. Después de cada proceso electoral se produce una cascada de cambios en todas las fuerzas políticas. Los que han ganado comienzan a cambiar algunos cargos públicos y a algunos cargos orgánicos, internos. Los que pierden se ven obligados a cambios un poquito más drásticos internamente. Yo sólo espero que todos los cambios, sean cuales sean, internos, externos, públicos u orgánicos sean para dar PASO A LA GENTE JOVEN.
Publicado en el Semanario "Guadiato Información" el día 15 de marzo de 2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aunque es una entrada de meses anteriores no he podido evitar hacer algún comentario.
No puedo estar de acuerdo con el comentario "el electorado tiene solo que analizar dos modelos" principalmente porque del legado que podemos estar más agradecidos los jóvenes es de la pluralidad política en la que cada uno de nosotrs podemos estar representados. Pluralidad que ponen en peligro leyes electorales como la existente en nuestro país,donde tu voto y el mío valen mucho menos que el de otro votante por el simple hecho de vivir en poblaciones con más o menos habitantes(concentración de votos.
Por otro lado no se puede comparar nuestro modelo con el estadounidense principalmete porque tenemos leyes electorales totalmente distintas aunque si tuviera que decantarme por alguna creo que la D´hont es aun más injusta, rechazable e incluso podría decir con tintes anticonstitucionales.¿Cómo puede valer mi voto la doceava parte de la papeleta del que vota a un partido grande en una ciudad grande?¿La fórmula es igual a la de los panes y los peces?
Reiterar que me parece un comentario propio de la sociedad de la adormidera a la que nos están acostumbrando los "grandes" partidos políticos.

Por otro lado darte mi enhorabuena por tu blog. Me alegra pensar que hay gente joven con inquietudes por la zona.Ha sido un agradable descubrimiento par mí.

Salud y buenos alimentos

M.M