jueves, 3 de abril de 2008

CAMINOS PÚBLICOS

Las comunicaciones son la base de cualquier proyecto de desarrollo en un territorio. Si no existe comunicación entre las personas y el territorio no hay nada. No sería posible nada. Tan simple como absoluto; piénselo un momento.
Por eso, cualquier ser vivo, cualquier sociedad del nivel que sea y en el tiempo en el que viviera se ha preocupado de crear buenas comunicaciones y de mantenerlas. Piénselo de nuevo.
La historia de las comunicaciones está íntimamente ligada a la historia del desarrollo cultural, social, natural, económico o del tipo que sea de un pueblo, de una región o de cualquier grupo de humanos que habiten un determinado territorio. Piensen otro poco.
Comunicaciones de todo tipo, ¡eh!. No pensemos sólo en las comunicaciones viales. El correo postal, el telégrafo, el teléfono, la telefonía móvil o internet son también formas de comunicación, recientes en nuestra historia pero fundamentales hoy y primordiales en el desarrollo de la sociedad tal y como se conoce en la actualidad. Pero no voy a ocuparme de éstas hoy, lo dejaremos para otra semana.
Hoy quiero hacer una reflexión en voz alta acerca de esas vías de comunicación más cercanas, las que nos han permitido contactar con nuestros vecinos más cercanos a lo largo de toda la vida y que hoy en día “sólo” sirven o servirían para “ir al campo”...
Nos ofuscamos al oír hablar de autovías, líneas del AVE, puentes aéreos y aeropuertos, importantísimas todas ellas. Grandes proyectos y fundamentales sin duda, en los que se invierten grandes cantidades de todo, dinero, tiempo, publicidad, debates, protestas.... y en los que las administraciones se vuelcan dentro de las posibilidades que tienen. En ese maremagnum de millones de euros, grandes máquinas, movimiento de tierras, expropiaciones, empresas, impactos ambientales o medidas correctoras se nos van varios años en ver terminada una carretera decente. Piensen un poco.
Y yo me pregunto. ¿Qué hubiese pasado si no hubiésemos dejado que se pierdan totalmente la mayoría de los caminos públicos de nuestros pueblos? ¿Qué pasaría si invirtiésemos sólo la mitad de ése tiempo y esos recursos económicos, técnicos y políticos en recuperar, arreglar y hacer transitables todos y cada uno de los caminos públicos que tenemos? Ya sean caminos municipales, vecinales o VÍAS PECUARIAS. Piensen otro poquito.
En el Guadiato, existen probablemente dos o tres grandes vías de comunicación, carreteras, entre nuestros pueblos: la Nacional 432 y las carreteras hacia el cruce del Cuartanero. De ellas salen pequeñas vías comarcales a las aldeas y algunos pueblos. Entre todas no sumarán más de 500 kms. ¿Saben cuántos kms de Vías Pecuarias hay inventariadas en nuestra comarca? Más de 1.000. Si a éstos les sumamos los de caminos municipales y vecinales seguro que soprepasamos los 2.500 kms.
De todos ellos el porcentaje de recuperación de vías pecuarias en el Guadiato no creo que llegue al 30 %, y de éste tan sólo estarán “libres” para el tránsito la mitad, el resto sólo en fase administrativa. Si a esto le sumamos la malas condiciones físicas en las que se encuentran casi todos los caminos municipales y vecinales ya me dirán.
Por suerte, tenemos dos administraciones provinciales que se están empezando a preocupar por el tema. Por un lado la Consejería de Medio Ambiente, que redactó hace unos años un Plan para recuperar las vías pecuarias en el que se inventariaron todas y en el que se marcó una temporalización para su deslinde y recuperación, priorizando por futuros usos de la mismas: como corredores verdes de comunicación entre espacios protegidos, para uso agrícola y ganadero y para uso recreativo.
Por otro lado, la Diputación a través del Servicio de Cooperación con los municipios y la Consejería de Agricultura, han creado una programa de subvenciones para que los ayuntamientos puedan solicitar ayudas para arreglar sus caminos. A mi parecer es importante pero insuficiente, dada la importancia que tienen o podrían tener las caminos en los pueblos.
En cualquier caso, los ayuntamientos tienen “YA” dos buenas herramientas para comenzar o seguir actuando. Antes de eso, en cada pueblo, en cada ayuntamiento debería de haber “YA” un inventario real, fiable y completo de todos los caminos del término municipal. Esa es la primera y fundamental labor de una Concejalía de Medio Ambiente, Agricultura, de Promoción y Desarrollo o incluso de Obras, al respecto. Planificar en el tiempo con un buen inventario, que no sea simplemente señalizar sobre un papel los caminos, y empezar a priorizar. Sé que La Granjuela y Valsequillo lo tienen, informatizado, cartografiado, sobre un excelente Sistema de Información Geográgica (SIG). Si queremos y creemos que la ganadería, agricultura, la caza o el turismo son la base de nuestro desarrollo comencemos por las comunicaciones rurales, por las de toda la vida, las primeras y seguramente las más bonitas y sostenibles. Y encima sumémosle el valor añadido al permitirnos el conocimiento de nuestro entorno. No me explico que un niño o niña de 12 años de cualquier pueblo del Guadiato haya visitado antes Cazorla o el Parque de Doñana que el Peñón de Peñarroya, el Castillo de Belmez, Sierra Trapera, la Fuentes de Villaharta o Peñaladrones...
Publicado en el Semanario "Guadiato Información" el día 5 de abril de 2008.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo está muy bien, pero la Administración es la primera en meter la pata, ante todo, cuando de deslindes sobre estos caminos se trata. Y roza (muchas, a veces demasiadas) el mal deslinde de algunas zonas resquebrajando por completo la propiedad privada de tierras que forman parte de los propios belmezanos. Ante la falta de conocimiento de una Administración Provincial, se hace inminente el conocimiento de las tierras que la propia Administración Local posee, que en su caso, será la que conozca de la petición de subvenciones, porque de los deslindes ya se han enterado antes los vecinos (ya que en primer lugar advierten a los propietarios - entiéndase privados-) y algunos incluso, han llegado a atemorizarse por ciertas medidas que más han parecido expropiatorias que simples demarcaciones. Es un asunto que además debe preocupar notablemente al Ayuntamiento del pueblo porque al día de hoy todavía hay familias que si bien se disputan con la Administración por ciertos deslindes, por otra parte disputan la demarcación de sus tierras con el propio Ayuntamiento. Me parece muy interesante todo el planteamiento ya que es un tema muy controvertido ante la indefensión del ciudadano frente a la Administración, la cual actúa la mayoría de las veces sin revisar dos veces lo que hace.

Anónimo dijo...

Efectivamente, la Delegación de Medio Ambiente realizó, hace pocos años, el inventario de los caminos y vías pecuarias y, los de Belmez, están dentro de ese inventario. También es cierto que se creó una linea de subvenciones a los Ayuntamientos para la recuperación, uso y provecho de las mismas y, desde la Concejalía de Medio Ambiente, en la legislatura pasada, se indicó el orden preferente de actuación sobre algunas de ellas. Este es un tema "delicado" en el sentido de que en el pueblo todos nos conocemos; sabemos perfectamente dónde empiezan y acaban esos caminos, quien los ha usurpado y, como se niegan sistemáticamente a devolverlos para su uso común. Hay que creer firmemente en que la recuperación de estas vías y caminos y su conversión en vías verdes para su aprovechamiento turístico es importante, para tirar para delante y pedir subvención trás subvención, hasta que todas vuelvan a ser lo que son, terrenos de todos y que todos tenemos derecho a su disfrute . Hay que mirar, de verdad, por el interés común, contra los intereses particulares de unos pocos y, eso, desgraciadamente, muy poc@s están dispuest@s a hacerlo. No hay que echar siempre la culpa a la Administración Provincial o Regional, la Administración Local es la que tiene que pelear y defender lo que es de todos y, aunque la recuperación de vías es un proceso largo y difícil, no rendirse y que sea asumido por cada Corporación sin pasos hacia atrás. Mª del Carmen Cabanillas Medrano.