miércoles, 28 de noviembre de 2007

De CAMBIO CLIMÁTICO y LENGUA AZUL

La lengua azul es una enfermedad infecciosa provocada por un virus transmitido por un mosquito (dípteros, artrópodos) que afecta de forma natural a rumiantes tanto domésticos como salvajes y a algunos otros hervíboros como los elefantes. En el asunto que nos ocupa, animales domésticos, afecta casi exclusivamente a ovejas; en vacas y cabras la enfermedad clínica es rara y cuando se presenta lo hace de forma mucho más suave que en el ganado ovino. El virus puede provocar la muerte de la oveja después de sufrir una enfermedad aguda, y en el caso de que se recupere lo haría perdiendo peso y con rotura de la lana. El mosquito que actúa de transmisor del virus se reproduce en condiciones húmedas; sus hábitos de alimentacción son nocturnos, sobre todo con condiciones templadas como pastos y corrales al aire libre. ¿Cómo se transmite? Oveja infectada que lleva el virus en su sangre es “atacada” por mosquito transmisor. El díptero al “chuparle” sangre a la oveja se convierte es portador del virus, que al atacar a otra oveja la infecta. La enfermedad es el resultado de una compleja interacción entre la oveja, el mosquito, el virus y las condiciones ambientales. Los brotes en una zona determinada aparecen cuando el moquito infectado pasa de zonas en las que la enfermedad es endémica, en las que el virus puede subsistir, a zonas cercanas en las que existen ovejas susceptibles de infección. Si en esa zona las condiciones ambientales son propicias en una determinada época del año en la que tanto el mosquito como el virus pueden desarrollarse tenemos el problema. ¿Cuáles son esas condiciones? Pues fundamentalmente humedad y calor en concretos intervales de temperatura. A saber, épocas del año con lluvias y en las que haga calor o en las que la temperatura sea muy baja. ¿Les suena? En el Guadiato estamos sufriendo estas semanas uno de los brotes más graves de la enfermedad en Andalucía que se recuerda nunca. Miles de ovejas muertas, nuestra Oficina Comarcal Agraria saturada de peticiones de información y recogida de cadáveres, ganaderos impotentes ante los hechos y la Junta de Andalucía trabajando a destajo para conseguir una vacuna para este serotipo de virus y anunciando ayudas. Los animales, con fiebre, con un edema que les cubre los labios, el morro, la cara, la mandíbula, los párpados y a veces el oído, congestión general de las cavidades bucofaríngeas, deambulan depresivos entre el rebaño hasta caer y morir. El hombre puede controlar casi todos los factores: controlar el tráfico de ganado entre unas zonas y otras, vacunas preparadas para los serotipos conocidos, investigación para el resto, rebaños controlados, alimentación, etc... Lo único que no podemos controlar son las condiciones ambientales, y en nuestra zona no es normal que esta época del año haga tanto calor, no es normal que andemos en octubre y noviembre con manga corta por la calle. Calor desmesurado en octubre junto a las lluvias típicas de otoño... ¿Cambio climático? Yo no soy catedrático de física ni tengo un primo en las latas esferas políticas pero me parece que algo está ocurriendo.
Publicado en el Semanario Guadiato Información el día 10 de noviembre de 2007

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